A esta simpática fotografía le sobra "aire", es decir hay
demasiado espacio alrededor de la niña y se dispersa la atención del
espectador.
La fotografía tendría mayor interés, si el fotógrafo se hubiese
agachado hasta situar la cámara a la altura de los ojos de Melany.
El fuerte sol del mediodía ha quemado el suelo, pero la carita de la
niña está aceptablemente expuesta. A esas horas es muy difícil obtener
buenas fotografías a pleno sol.