Palacio edificado a principios del siglo XVIII por el caballero de la orden de Calatrava: D. Luis Antonio de Peredo. 

José Luis, utilizando una cámara compacta, tomó la foto al atardecer cuando el sol estaba muy bajo. Puede observarse con facilidad cómo la iluminación proviene principalmente de la luz del sol que entra por los ventanales, pero los reflejos en los muebles y en la pared nos revelan que esa atmósfera tan natural ha sido apoyada por el flash integrado de la cámara. 

Al utilizar el flash de relleno, se ha conseguido hacer visibles los pequeños detalles y se ha evitado que las ventanas aparezcan sobreexpuestas. 

Ha sido un acierto disparar el flash de forma oblicua a las ventanas; cuando los cristales reciben la luz directamente, aparece el  desagradable reflejo del destello.

La foto denota un cierto "picado" (está tomada de arriba a bajo), para evitarlo el fotógrafo debió agacharse ligeramente en el momento del disparo.