No hay feria o mercado que se precie en Galicia que no cuente con, al menos, un puesto en el que se prepare este delicioso manjar.
En ellos, los pulpos se cuecen en enormes ollas de cobre y después se sirven troceados en platos de madera.

Compre un pulpo, fresco o congelado. En el primero de los casos ha de golpearlo mucho con una mazo de madera, hasta hacerle perder su dureza.
Después se limpia, dándole la vuelta a su cabeza. En una olla de cobre con agua hirviendo, se sumerge el pulpo rápidamente tres veces, hasta que se rice, dejándolo a continuación hacerse durante unos 45 minutos.
Una vez cocido, sáquelo y trocéelo cuando todavía está caliente. Póngalo en un plato y adóbelo con sal gorda, aceite de oliva virgen y pimentón picante.
El plato quedará exquisito acompañado de unas patatas cocidas (cachelos).
Si no dispone de olla de cobre, el truco que utilizan en las aldeas para darle el sabor original es introducir en el recipiente una pieza de cobre o unas puntas nuevas de acero.

         .... Y no olvide hacer la foto.